KIRK DOUGLAS, EL HOMBRE BUENO Y EL NIETO NARCO Su inolvidable clamor “he is a good boy”, por el nieto traficante

Por Andre Jouffé

Issur Danielovitch Demsky, conocido profesionalmente como Kirk Douglas, fue un actor y productor de cine estadounidense. Entre sus papeles, destacaron su interpretación del pintor Vincent van Gogh, en El loco del pelo rojo, y su papel protagonista en Espartaco, película de Stanley Kubrick. Como van Gogh sobre actuado pero inolvidable.


André Jouffe junto a Kirk Douglas

Eso señala google.

Fallece a los 103 años.

Era un hombre bueno el Espartaco.

Su colega de raza, religión y nacionalidad, Charlton Heston, no.

Douglas creció en la época de Samuel Goldwyn, cuando a los actores les arrancaban toda la dentadura para imponerlas postizos. Ni existían los implantes en los años cuarenta.

La razón: un día de rodaje con multitudes en películas como Cleopatra, Ben Hur y Espartaco, significaban miles de extras humanos a los que se les pagaba por día; amén de las secretaria o las muchas funcionarios que debían registrar los antecedentes de todos los participantes, sus direcciones y sus boleta de honorarios. Todo un lio
Con la computación, miles de extras, tu aprietas un dedo y tenemos el ejército montado donde sea, en Serbia, Asuraría o en Atacama.

Pero un día de atraso con gente pagada, significaba millones de dólares y en consecuencia impagable y la MGM optaba por jugar sucio pero cumplir. Quieres la pega, quieres contrato quieres continuidad, entonces dentadura postiza. Cada día perdido en el odontólogo, significaba mucho dinero… más que la placa misma.

Imagínense, no eran los implante de ahora, que permiten comerte una asado de tira o un chicle. Entonces todos comían filetes ya pasados por hormonas que podías cortar con el tenedor.

Douglas llegó al festival de Cannes el 1977 como invitado especial y al saber de su presencia, lo abordé. Era mi estatura en aquel momento, 1,77, luego me he reducido al 1,71.

Tenía sesenta, pero se veía impecable; yo de 31, ya me veía casi de su edad. Vestido de sport, no dudó un segundo en otorgar una breve entrevista y posar al lado mío para la foto clásica. No existían los selfies.

Pasaron los años, no fue padre envidioso como Julio Iglesias que torpedeó la carrera de su hijo Enrique; tampoco un santo en materia de fidelidad, y dejó que Michael hiciera de las suya al extremo de no contradecirlo cuando atribuye que se convirtió en un fanático del sexo con Obsesión fatal, con Sharon Stone y su afición por el sexo oral al que le atribuye su superado cáncer a la garganta. Todo lo inverso a Mónica Levinsky, él ponía la boca. Y contrajo ese cáncer bucal, ya casado con Catherine Z Jones, actriz inglesa que tuvo su cuarto de hora mientras fue atractiva. No como Holley Hunter que a los sesenta y tantos sigue vigente haciendo de vieja mala, pero bien.
Douglas me preguntó por Chile, estábamos en tiempos de Pinochet y solo atinó a decir “It must be hard”, Debe de ser duro. En fin, las cosas fueron suaves me habló de película de Kubrick, de su vida como marido ejemplar, no aludió a las célebres amantes que tuvo o le atribuyeron.

Lo que más me emocionó es que cuando a los 97 años ingresan a prisión a su nieto Cameron, hijo de Michael Douglas por traficar con droga. Uno pude preguntarse qué necesidad tiene el hijo del célebre de hacer eso. Quizás por soledad o llamar la atención tal como el hijo de Pamela Jiles sorprendido infraganti en robo en el Costanera center. Pero Michael estaba más ocupado en otros menesteres que en Cameron.

Recuerdos diferentes, pero la heredera de parte de Caffarena no tenía hijos con problemas económicos.
Douglas gritaba desde una silla de ruedas, He is a good boy(es un buen niño).

Claro, no existe nieto malvado para un abuelo. El resto de lo que escribí de Douglas esta en internet en algún sitio, peo lamento la partida de un hombre bueno Llámese Danielinovich o Douglas daba lo mismo,