Cerca de 300 personas se dieron cita para despedir a la madre del ex seleccionado nacional, quien agradeció el cariño mostrado hacia su madre.
A las 12:45 llegó el cortejo fúnebre que traía el cuerpo de la señora Gladys Muñoz Pacheco al sector del barrio Guacolda, donde era esperada por cerca de 300 personas que quisieron darle su último adiós, “estamos acá para despedir a la tía Gladys, ella fue una buena persona, gran hincha azul al igual que nosotros y su restaurant era nuestra sede cuando juagaba nuestro equipo”, declaró Marco Manríquez.
La madre del hoy portero de Everton de Viña del Mar se encontraba internada en la Clínica Alemana de Temuco desde hace algunos días producto de una neumonía, falleciendo el día martes cerca de las 22 horas.
Johnny Herrera en una corta conversación con los medios locales, agradeció las muestras de cariño hacia su madre, “agradecer a los medios por la preocupación, mi mamá quiso ser sepultada en Angol, feliz por el reconocimiento y las muestras de cariño de la gente de Angol y muchas gracias por acompañar”, finalizó.
Cerca de 15 minutos estuvo detenido el cortejo en la Calle Rancagua frente a local que ella construyó, luego se trasladó hasta el Cementerio Municipal donde fue sepultada bajo la atenta mirada de su familia que fueron los únicos que pudieron ingresar bajo estrictas medidas de seguridad.
La concejal de la comuna, Margaret Molina, señaló estar muy apenada por la partida de la señora Gladys Muñoz,” tuvimos una buena amistad, una gran mujer, esforzada, deportista y preocupada de su familia. Mi asistencia a su despedida es porque participamos en varias jornada de la navidad azul, ambos somos hinchas del equipo azul”, finalizó.
La señora Gladys Muñoz Pacheco, fue una esforzada comerciante muy identificada con el barrio Guacolda , donde vivió gran parte de su vida siendo un persona muy estimada en el barrio donde creció su hijo regalón, Johnny