Mamá Sin Caos; conoce este nuevo libro

Existen dueñas de casa que frecuentementepostergan la satisfacción de sus necesidades en favor de su pareja. Y aunque la relación afectiva requiere deseos y anhelos en aras del desarrollo y crecimiento de los otros, ello no implica que siempre uno deba colocarse en segundo plano.

En pleno siglo XXI, en la actualidad…muchas mujeres persisten en la exagerada tendencia al autosacrificio. Lo insólito es que esto no da tregua ni siquiera al momento de quedar embarazadas.

El libro “Mamá sin caos”, de la abogada Catalina Schaerer (Editorial Forja, 143 páginas) da cuenta de esto. Analiza, investiga, escruta e interpela

el hecho de que muchas futuras madres se someten en demasía, llegando a veces a asumir actitudes mendicantes con tal de no incomodar la vida de los demás, incluido el entorno familiar más cercano.

La autora pone como ejemplo su caso personal.

Y relata que una de las primeras lecciones que hubo de asumir al quedar embarazada de su primera hija, fue ese cambio radical experimentado por quienesle rodeaban.

Confiesa que jamás había tenido a tantas personas cuidándoles con esmero y muy pendientes de su salud.  Si bostezaba –dice la autora- luchaban por prestarme una cama o un lugar donde recostarme.  Cuando sentía algo de apetito, siempre había un alma misericordiosa dispuesta a preparar algo.

Lo curioso es que esta costumbre está tan arraigada, que no es tarea fácil cambiarla para mejorar las cosas.

Mu chas mujeres se someten hasta el hartazgo, con tal de no desagradar a los demás. Elevan el ego ajeno –generalmente el de su marido-  a expensas del propio.

Piensan que nada es tan importante  como someterse a los designios de los demás. “Si me dicen esto, es porque me quieren”, suelen mascullar.

Muchas de ellas están convencidas de que del principal papel y único propósito de sus vidas es cuidar a su familia…hasta someterse a ella.

En lo que respecta a lo meramente personal, la madre trabajadora y que queda esperando familia debe enfrentar una dificultad adicional: el sentimiento de culpa por su ausencia en el hogar. Es razonable que este aparezca en cuanto se trata de un rol culturalmente asignado y validado por muchas prácticas sociales: la mamá es la que lleva al doctor a los niños, la que compra los útiles escolares, la que cumple las funciones de apoderado en el colegio, entre otras cosas.

En “Mamá sin caos”,  Catalina Schaerer aborda un tema de vieja data y aún no resuelto en un país como Chile. Y se trata de esa exasperante actitud de nuestra sociedad que continúa defendiendo el rol de la “mujer sometida y servicial”, para postergarse en la maternidad como sinónimo de “buena mamá”.

En este capítulo, la autora no desconoce que siempre existirá una suerte de colisión entre quienes ponen el foco en los hijos y quienes lo ponen en los cuidadores.  Consecuencialmente, la autora enfatiza que delegar el cuidado de los hijos, externalizar algunas enseñanzas y no estar de modo presencial en cada instante o episodio de su crecimiento, no es faltar a la tarea de padre o madre, sino refrendar que se trata de seres humanos.

En sinopsis, “Mamá sin caos”, es una suerte de guía para seguir aprendiendo y mejorando esa fase trascendente para toda mujer: el quedar en estado de gravidez.

Párrafo  escogido:

-“En mi caso, mi marido ha hecho una preciosa carrera profesional ascendente, lo que le ha permitido llegar a altos cargos ejecutivos en empresas destacadas. La obtención de esos cargos es cien por ciento mérito de él, de sus conocimientos y de sus capacidades, pero hay un porcentaje importante de su historia que le ha permitido mantenerse en los cargos e invertir el tiempo y energía en los desafíos laborales que se le han presentado, gracias a que yo me encargo mayormente de las labores domésticas y de crianza…”

(De “Mamá sin caos”, Catalina Schaerer, Editorial Forja)