COLLIPULLI.- El sábado, el corazón de Malleco latió al compás de la música y las tradiciones. En un ambiente cargado de emoción, se celebró el Primer Encuentro de Danzas Folclóricas de la provincia, una jornada que se transformó en un verdadero mosaico cultural organizado por la Escuela de Bailes y Danzas Folclóricas Semillas de nuestra comuna.
Desde temprano, el público comenzó a llegar hasta el gimnasio COMPLEDUC, atraído por la promesa de un espectáculo vibrante. Y no se equivocaron. Seis agrupaciones folclóricas provenientes de distintos puntos de la provincia dieron vida a una tarde que quedará en la memoria colectiva: trajes coloridos, zapateos firmes y coreografías llenas de fuerza marcaron la pauta de una muestra artística que viajó por los paisajes sonoros y visuales de Latinoamérica y del folclore chileno.
Cada cuadro dancístico fue un homenaje a las raíces, una celebración del alma popular que se expresa en cada movimiento. Los bailarines, con entrega y pasión, lograron emocionar a los
presentes, quienes respondieron con aplausos generosos, gratitud y admiración.
Entre los asistentes, destacaba la presencia de autoridades locales y regionales. El alcalde Manuel Macaya Ramírez, el diputado Jorge Rathgeb, y a los consejeros regionales Hugo Monsalves Castillo, Mónica Rodríguez Rodríguez y algunos concejales de Collipulli.- La presencia de estas autoridades no pasó desapercibida, y fue leída por muchos como una señal clara del respaldo institucional al arte y la cultura.
En el encuentro reinó el espíritu y la posibilidad de reconocernos en nuestras tradiciones, de aplaudir lo propio y de abrir espacios donde el arte popular tenga protagonismo. El evento fue también una invitación a mirar con orgullo nuestras raíces y proyectarlas hacia el futuro, señaló el presidente de la agrupación organizadora Diego Casanueva Acuña.
Así, entre cuecas, sayas, chacareras y danzas nortinas, Malleco vivió un día distinto. Un día en que la cultura se tomó el escenario y recordó, a todos quienes estuvieron allí, que el folclore sigue vivo y vibrante. Y que mientras haya quienes lo bailen y lo celebren, seguirá siendo
uno de los pilares más firmes de nuestra identidad.